Cada flor tiene una historia. Esta es la mía.
Si estás leyendo esto, seguramente eres de esas personas a las que les gusta conocer la historia de cómo nace un proyecto. Y es que detrás de cada idea siempre hay un recorrido vital que explica su esencia.
Mi camino
El mundo de las flores, las diademas y los complementos para el cabello me ha acompañado desde siempre, aunque hasta hace poco no se había atrevido a salir a la luz.
La vida, como las estaciones, no es lineal. En el otoño de 2020 viví un punto de inflexión: con el nacimiento de mi segundo hijo experimenté un hecho tan bello como doloroso que removió mi mundo por completo. Con ayuda profesional y el apoyo de mi familia pude transitar ese proceso, que me llevó a reencontrarme con lo que me llena de verdad: trabajar con las manos.
Dejé mi profesión de psicóloga para dar espacio a mi instinto creativo. Lo que siempre había estado latente en mí se convirtió en un camino real: formarme en moda artesanal, tocados y, sobre todo, en la creación de flores textiles.
Cirereta es fruto de la transformación y el esfuerzo personal de estos últimos años. Un proyecto que une tradición y sensibilidad para dar vida a flores con alma, convertidas en complementos únicos que nos acompañan en la vida diaria y en momentos inolvidables.
Por qué flores
Desde el inicio tuve clarísimo que las flores serían las protagonistas. Les debía un homenaje. Durante mi proceso terapéutico fueron una herramienta esencial, un refugio emocional… y, en muchos sentidos, el origen de Cirereta.
Las flores son belleza, naturaleza, vida, frescor, respeto, romanticismo, celebración… Están presentes en muchos de los momentos más importantes de nuestra existencia. Para mí, las flores empoderan, hacen brillar y hablan de nosotras con un lenguaje propio.
Mi propósito
Mi deseo es que, a través de Cirereta, puedas expresar quién eres con la delicadeza y el lenguaje simbólico de mis flores. Que encuentres ese complemento hecho a mano que conecte contigo misma, con tu historia, con tu forma de florecer.
Las flores tienen su propio idioma. Y Cirereta es mi manera de hacerlo visible.

